En su primer día actuando en el teatro, luego de la muerte de su único hijo, Julián Figueroa, la actriz se mostró emocionada ante el recibimiento que le dio el público.
Por Génesis Bastidas
Ciudad de México, 22 de abril (LaOpinión).– A casi dos semanas de la muerte de Julián Figueroa, Maribel Guardia regresó al teatro pese al dolor de haber perdido a su único hijo. La actriz decidió subirse a las tablas para trabajar y su público la recibió con una ovación.
Fue al finalizar la obra de teatro “Lagunilla, mi barrio”, que Guardia fue arropada por los aplausos y gritos con su nombre por parte del público y sus compañeros de trabajo. Ella estando en el centro del escenario posó sus manos sobre su pecho y luego cubrió su cara con emoción, posiblemente invadida por las lágrimas, y comenzó a saludar a los asistentes a la presentación antes de que cayera el telón.
@MaribelGuardia Regresa a Lagunilla mi barrio llena de aplausos. pic.twitter.com/OaS3Dneo2P
— La Portada A.I (@LaPortadaAI1) April 22, 2023
A través de las redes sociales se pudo visualizar el momento luego de que parte del público lo compartiera y ‘El Gordo y La Flaca’ lo subiera a Instagram.
El domingo 9 de abril murió Julián Figueroa en la residencia de Maribel. La mañana siguiente tras conocerse la noticia Maribel Guardia en un comunicado informó que su hijo falleció a consecuencia de un infarto fulminante.
Fue hasta el 11 de abril que Maribel rompió el silencio frente a la prensa y en compañía de su nuera, Imelda Garza, que ofreció algunas palabras sobre lo ocurrido y agradeció por el apoyo en medio de su profundo dolor.
“No aterrizaba ayer todavía, pero hoy que llegaron las flores de verdad que la casa está tan linda, llena de flores, de buena energía, de tanto cariño de la gente que yo no me lo esperaba… Lo agradezco y les pido a todos los que nos están viendo que recen mucho por mi hijo, y que recen mucho por nosotros para que podamos tener valor. Y le pido a Dios que a sus hijos los vean crecer, los vean casarse, los vean tener nietos, los vean triunfar y que sus hijos los entierren a ustedes porque no hay dolor más grande que enterrar a un hijo y pasar por este dolor tan grande. No se lo deseo a nadie. Que Dios los bendiga y los guarde en la palma de su mano”, dijo Guardia.